
¿Qué encontraremos en este artículo?
En la era digital, el contenido es el rey… pero el formato es el que decide quién se queda con la corona. En los últimos años, el video ha ganado terreno frente al texto como el formato preferido por los usuarios en internet. ¿Qué dicen los datos? ¿Está el texto en peligro de extinción o simplemente evolucionando? Aquí lo analizamos.

El dominio del video en cifras
Según 1to1Video, entre el 85% y el 90% del tráfico en internet corresponde actualmente a contenido en formato video.
El 78% de las personas ve videos en línea cada semana, y el 55% lo hace a diario.
Un estudio citado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones de México reveló que el consumo de contenidos audiovisuales por internet creció 8 puntos porcentuales desde 2019, alcanzando el 59% de penetración.
En promedio, los usuarios pasan casi 8 horas semanales viendo contenido en video.
¿Y el texto?
Aunque el video domina en entretenimiento y marketing, el texto sigue siendo clave en otros contextos:
El contenido escrito sigue liderando en búsquedas informativas, artículos especializados y SEO.
Google prioriza contenido textual bien estructurado para posicionamiento orgánico, aunque cada vez más lo complementa con video.
El texto es más accesible para usuarios con conexiones lentas o necesidades específicas (como lectores de pantalla).
¿Por qué preferimos el video?
El cerebro humano procesa imágenes 60.000 veces más rápido que el texto.
Un minuto de video equivale, en términos de impacto, a 1.8 millones de palabras.
El 69% de los usuarios prefiere aprender sobre un producto o servicio viendo un video corto.


Conclusiones
El video ha superado al texto como formato dominante en consumo digital, especialmente en redes sociales, marketing y entretenimiento.
Sin embargo, el texto sigue siendo esencial para el SEO, la profundidad informativa y la accesibilidad.
La clave no está en elegir uno u otro, sino en integrar ambos formatos estratégicamente según el objetivo y la audiencia.
Para creadores y marcas, esto implica apostar por contenido híbrido: artículos optimizados con videos complementarios, o videos con descripciones ricas en texto.